El vaso Bearista de Starbucks se convirtió en el protagonista indiscutible de la temporada decembrina . Bastó que apareciera en los mostradores el 1 de diciembre para que los consumidores lo adoptaran como el objeto más deseado del año. Desde antes del amanecer, las filas en distintas sucursales ya eran parte del paisaje urbano, mientras en redes se multiplicaban fotos, videos y anécdotas de quienes buscaban asegurar su edición especial.

El fenómeno llegó a tal punto que, apenas horas después de su lanzamiento, comenzaron a aparecer reventas que alcanzaron cifras que rondaban los 2,500 pesos. Y aunque la conversación parecía girar únicamente en torno al diseño del pequeño oso de vidrio, pronto el tema creció más allá de Starbucks: marcas mexicanas comenzaron a publicar sus propias v

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