Ana del Castillo no solo canta: suele tener shows cargados de personalidad, con momentos polémicos — lo que la hace destacar (y generar opiniones divididas). Algunos ejemplos recientes:
Durante un concierto en Córdoba en 2025, ella debió interromper su presentación cuando le robaron el celular. Se lo exigió al público y pidió que se lo devolvieran.
En otro evento, detuvo su show para dedicar unas palabras muy emotivas a una empleada de servicios generales, lo que hizo llorar a la mujer — un gesto que muchos elogiaron.
Sus presentaciones suelen unir música, carisma y espontaneidad. Así lo destacan quienes la siguen.
Además, en los últimos años tomó una decisión importante: dejó el consumo de alcohol, lo que, según ella, le ayudó a retomar un estilo de vida más disciplinado y enfocado.

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