Entre acantilados salvajes, marismas protegidas y una tradición marinera que sigue viva en cada calle, Santoña se ha consolidado como uno de los destinos más imprescindibles de Cantabria para visitar en 2026 . Su combinación de paisaje, patrimonio militar y gastronomía auténtica la convierten en una villa única en el norte de España, capaz de competir —y superar en muchos aspectos— a destinos muy populares del País Vasco como Getaria, Bermeo o Zumaia.

Mientras muchas localidades del Cantábrico han apostado por un turismo masivo, Santoña ha sabido mantener un equilibrio entre modernidad y esencia pesquera, preservando su carácter propio sin renunciar a servicios, rutas señalizadas y una oferta cultural que cada año atrae a más viajeros.

Un entorno natural único: Monte Buciero, el “Gibraltar del Norte”

Uno de los motivos que hacen de Santoña una visita imprescindible es su espectacular entorno natural. El imponente Monte Buciero , que se eleva directamente sobre el mar Cantábrico, es uno de los paisajes más impactantes de toda Cantabria.

En Buciero se conservan algunos de los elementos más valiosos del patrimonio defensivo del norte, como:

  • Fuerte de San Martín

  • Fuerte del Mazo

  • Fuerte de San Carlos

  • El célebre Faro del Caballo (accesible solo por rutas señalizadas)

Estas antiguas fortalezas forman parte del que fue uno de los sistemas militares más importantes de la costa cantábrica. Su conjunto, rodeado de sendas entre encinares, ofrece rutas que combinan historia, deporte y vistas espectaculares.

Pocos lugares del norte pueden presumir de una red defensiva tan bien conservada. Incluso frente a destinos vascos muy visitados, Santoña destaca por la autenticidad y magnitud de sus construcciones.

Las marismas: un santuario natural

Otro de los elementos que convierten a Santoña en parada obligada es el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel , uno de los humedales más importantes del norte de España y paso clave para miles de aves migratorias.

En 2026, este espacio seguirá siendo uno de los mejores lugares para practicar:

  • Avistamiento de aves

  • Rutas a pie y en bicicleta

  • Paseos interpretativos por pasarelas y miradores

Un entorno perfecto para quienes buscan turismo de naturaleza sin aglomeraciones.

Gastronomía: la capital mundial de la anchoa

Si algo hace mundialmente conocida a esta villa es su producto estrella: las anchoas de Santoña , elaboradas artesanalmente en sus conserveras tradicionales.

Santoña no solo ofrece degustaciones y visitas guiadas a fábricas, sino también una gastronomía local basada en:

  • Bonito del norte

  • Productos de lonja

  • Pinchos marineros tradicionales

Mientras algunos pueblos del País Vasco son referencia gastronómica, Santoña ofrece la misma calidad con raíces aún más ligadas al oficio marinero, lo que la convierte en un destino perfecto para foodies que buscan autenticidad.

Un pueblo con alma marinera que no ha perdido su esencia

Pasear por Santoña es caminar entre:

  • Calles marineras históricas

  • Barcos amarrados junto al paseo marítimo

  • Plazas donde todavía se vive al ritmo de las mareas

La villa conserva ese carácter pesquero que otros destinos del Cantábrico han ido perdiendo con el paso del tiempo. En 2026, ese valor será uno de sus grandes atractivos: un lugar donde el turismo convive con la vida real del puerto, la lonja y las conserveras.