El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha tildado de “teatro ridículo” los últimos movimientos de Pedro Sánchez y Junts para intentar reconducir la legislatura, al tiempo que ha arremetido contra los de Carles Puigdemont por “jugar” con la posibilidad de que un cambio de Gobierno propicie el ascenso al Ejecutivo de la ultraderecha de Vox. “No tengo puñeteras ganas de que Abascal sea vicepresidente, me da igual que me digan 'botifler'”, ha zanjado.

En una entrevista en RAC-1, Rufián ha valorado el último intento de Pedro Sánchez de recomponer la mayoría de la investidura, que Junts rompió en octubre. El presidente del Gobierno admitió este martes cinco incumplimientos con los de Puigdemont y anunció su voluntad de revertirlos, aunque la portavoz de los neoconvergentes, Míriam Nogueras, ya ha contestado este miércoles que su posición de bloqueo no ha cambiado. 

“Se acaban dos ridículos: el de Pedro Sánchez, que hacía ver que no pasaba nada porque Junts no lo apoyara; y el de Junts, que hacía ver que no le afectaba votar con PP y Vox”, ha aseverado el portavoz de ERC en el Congreso.

Rufián se ha mostrado pesimista sobre la continuidad de la izquierda en el poder y ha dado por descontado que el próximo Gobierno tendrá participación de la ultraderecha. “La ola que viene es imparable, lo único que podemos hacer los demócratas es retrasarla. Seguro que llegarán”, ha sostenido, además de lamentar que “ser facha está de moda”.

Pese a este augurio, el portavoz de ERC ha deseado que las próximas elecciones propicien un Congreso en el que el PSOE precise del apoyo de las fuerzas de izquierda periféricas para mantenerse en el Ejecutivo. “Un PSOE exigido, que ha tenido que hacer cosas que no quería hacer, es el escenario ideal”, ha afirmado.

Sobre los casos de corrupción que cercan al Gobierno, Rufián ha valorado que “de momento” no se pueden equiparar a la trama Gürtel de financiación ilegal del PP, pero ha advertido: “Si son la Gürtel del PSOE, exigiremos a Sánchez que convoque elecciones”. Cabe recordar que la competencia para adelantar las elecciones es exclusiva del presidente del Gobierno.

Más allá del futuro de la legislatura, Rufián ha reflexionado sobre el crecimiento de la extrema derecha mundial. “Orriols, Milei y Abascal no son patriotas ni valientes, porque se meten con el débil y no con el multimillonario y no quieren a la mitad de sus países”, ha valorado. “Quizás es más fácil culpar de tu precariedad a una mujer o a un migrante y no a un casero o a un jefe”, ha agregado.

Para combatirlo a nivel doméstico, Rufián ha insistido en su idea de conformar grandes acuerdos entre las formaciones de izquierdas, aunque ha admitido que este tipo de plantemientos provocan “un cierre” en las cúpulas de los partidos.