A ESTRIBOR

Juan Carlos Cal y Mayor

EL POZOLE ORIGINAL, FESTÍN CANÍBAL

A veces la identidad nacional se cocina en una olla. Pocos platillos tan queridos como el pozole: fiesta de septiembre, aroma de hogar, orgullo culinario. Pero detrás de ese caldo se esconde una memoria que muy pocos quieren mirar de frente.

Hablo del tlacatlaolli, el “maíz de hombre”, actual pozole, un guiso prehispánico que mezclaba maíz nixtamalizado con carne humana obtenida tras los sacrificios. Sí: nuestro pozole nació de un rito sacrificial.

LA CORRUPCIÓN DE UNA FE ANTIGUA

Los sacrificios humanos no fueron originarios de la religión tolteca. Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, cronista indígena del siglo XVII, lo explica con claridad: bajo Quetzalcóatl no se derramaba sangre humana. La antigua fe rendía culto co

See Full Page