Pocos lo imaginan, pero bajo el sol que calienta los trigales y entre las hileras de maíz se libra una batalla decisiva contra el cambio climático . Las granjas y cultivos del mundo, tradicionalmente señalados como parte del problema, pueden convertirse en la mejor ‘arma secreta’ para capturar carbono y ayudar a enfriar el planeta .

Es la sorprendente conclusión de una investigación pionera, liderada por la Universidad Tecnológica de Queensland , que mira hacia el campo con nuevos ojos. "Se estima que las tierras de cultivo del mundo capturan más de 115 gigatoneladas de dióxido de carbono anualmente a través de la fotosíntesis ", indica Claudia Vickers, líder del estudio.

Esto implica que incluso mejoras modestas en cómo los cultivos capturan, utilizan y almacenan ese c

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