Catorce días con sus noches pasaron Miguel Ayala, hijo del reconocido cantante Giovanny Ayala, y su mánager Nicolás Pantoja bajo una rudimentaria carpa que hacía las veces de refugio para protegerse de las inclemencias del clima en medio de la nada.

Allí pasaron algunos días sin dormir, encadenados de manos y pies y otros agobiados por la presión psicológica de sus captores, pero pese a la adversidad, los dos jóvenes trataron de mantenerse esperanzados de que iban a salir de allí, no sabían cuándo, pero lo harían.

“Nunca perdimos la esperanza, siempre confiamos en Dios”, dijo el joven Ayala este martes, 2 de diciembre en la tarde, horas después de que el Gaula de la Policía, con apoyo de los Comandos Jungla, el Grupo de Operaciones Especiales (GOES), la Aviación Policial y la Fue

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