Cuando a le dijeron que tenía que cuidar su columna, sus zapatos favoritos -las clásicas venecianas- dejaron de ser una opción cómoda para el día a día. Antes de renunciar a ellos, buscó a un artesano y juntos imaginaron un híbrido: la elegancia del calzado veneciano, la estructura firme de la alpargata tradicional española y una suela de goma resistente. De ese experimento casi doméstico nacieron los primeros pares de lo que hoy es Flabelus.

La intuición llegó rápido. En cuanto enseñó el primer prototipo, la respuesta fue tan entusiasta que entendió que no estaba solo probando un zapato nuevo, sino abriendo la puerta a una marca. Ese fue el momento en el que decidió dejar su trabajo y apostar por construir un proyecto propio, con dos pilares muy claros: artesanía y cultura española

See Full Page