El sistema penitenciario chileno enfrenta una presión sin precedentes tras registrar un aumento acelerado en la cantidad de personas privadas de libertad. Según cifras reveladas por el subsecretario de Justicia, Ernesto Muñoz, la población penal ha crecido un 35% desde 2022 a la fecha. En términos concretos, esto significa que el país pasó de albergar a 42.000 internos a bordear los 63.000 en la actualidad, generando una sobrepoblación promedio del 140% en los recintos.

Lo más alarmante para las autoridades no es solo la cifra actual, sino la tendencia al alza que no muestra signos de detenerse. Los estudios presentados ante la comisión legislativa indican que no existe una proyección de “meseta” o estabilización; por el contrario, se espera que el número de reclusos continúe aumentand

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