El gobierno de Estados Unidos destapó uno de los casos más graves de infiltración institucional en su lucha antidrogas en México y otros países: la imputación del exfuncionario de la agencia para la Administración y Control de Drogas ( DEA por sus siglas en inglés), Paul Campo , y un presunto socio identificado como Robert Sensi , pero ambos señalados de conspirar con el Cártel Jalisco Nueva Generación ( CJNG ) para lograr actividades de lavado de dinero , facilitar el tráfico de cocaína , asesorar sobre la producción de fentanilo y gestionar la posible compra de armas y drones comerciales para la organización criminal.

La acusación—presentada por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York —detalla un plan que, según el expediente, habría aprovechado la experienc

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