No pasará, precisamente, a la historia el triunfo del Liceo ante el Caldes , pero es uno de muchos ejercicios, fundamentados en la superioridad, que sustentan la aspiración de ganar títulos. El equipo coruñés llegaba con el deber ineludible de salir victorioso de la pista del colista y así ocurrió, con un 0-4 inapelable. Dos goles en cada parte y un buen puñado de manos de Blai Roca ante un rival tan voluntarioso como negado ante la portería contraria. El derecho a jugar la fase final de la Copa pudo haber sido un hecho, pero el Liceo necesitaba un empate entre Voltregà y Reus (1-4). La suerte fue esquiva, aunque el destino no va a cambiar para los verdiblancos, que estarán entre los mejores de una competición a la que siempre le hacen ojitos.
El Liceo salió al partido dis

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