El síndrome genitourinario de la menopausia es una condición extremadamente frecuente , pero sorprendentemente poco visibilizada. Surge como consecuencia directa de la caída abrupta de estrógenos —y también de testosterona— que se produce cuando el ovario deja de funcionar. Según la doctora Romina Castagno, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Barcelona, la atrofia asociada a este síndrome aparece en el 90% de las mujeres: el 65% la presenta apenas un año después de la menopausia y el 85% a los seis años. Aun así, muchas desconocen de qué se trata o no relacionan sus síntomas con estos cambios hormonales.

El impacto hormonal no solo afecta al aparato genital, sino también al urinario inferior. La falta de estrógenos modifica la anatomía y funcional

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