En la Fiscalía General de la Nación se ha desatado un escándalo que ha dejado a decenas de funcionarios en una situación crítica. Muchos de ellos han perdido sus ahorros tras ser convencidos de participar en un programa de inversiones que prometía retornos millonarios, lingotes de oro y hasta la nacionalidad americana. Sin embargo, la realidad es que todo fue una estafa.

La responsable de esta trama no era un criminal, sino una colega de trabajo. Jenny Andrea Rincón, una fiscal que ascendió rápidamente en la entidad, se convirtió en la cabeza de esta operación engañosa. Según la periodista Salud Hernández-Mora, Rincón había pasado de ser profesional universitaria en la Alcaldía de Chía a fiscal local, y en febrero de 2024, fue ascendida a fiscal delegada ante jueces del circuito, un puesto de alto rango.

Fuentes de la Fiscalía han indicado que su ascenso se debió a su relación con Diego Castañeda, jefe de escoltas del fiscal Gabriel Jaimes. El programa de inversión, conocido como Gesara Nesara, se basaba en una teoría de conspiración que prometía un "reseteo" de la economía mundial. Los funcionarios, incluidos escoltas y otros colombianos, fueron atraídos por la idea de que su dinero estaba seguro gracias a un contrato que firmaron.

SEMANA ha obtenido copias de estos documentos, que llevan la firma de José Eduardo Sierra Cifuentes y están dirigidos a Patrick E. O’Donnell, un abogado con sede en Washington, D.C. El contrato, titulado ‘Acuerdo irrevocable de participación de beneficios’, establece que los pagos se realizarían a través del banco Wells Fargo como "honorarios de consultoría". Sin embargo, no menciona las fantasiosas promesas que se les hicieron a los inversionistas.

Los funcionarios, ahora amenazados y temerosos, se niegan a hablar sobre lo que vivieron. La situación ha generado un clima de desconfianza y temor dentro de la Fiscalía, donde muchos se sienten traicionados por una de sus propias compañeras. La historia de esta estafa ha dejado una marca profunda en la institución, que ahora enfrenta un desafío de credibilidad y confianza entre sus miembros.