River cosechará en el 2026 lo que sembró durante todo este pésimo 2025: jugó con nivel para clasificar a la Copa Sudamericana y, finalmente, será ese torneo internacional el que termine disputando. Ya no hay más morbo, ya no hay más cálculos, ya no hay más tablitas de Excel con los posibles caminos: la eliminación de Boca, el único que lo podía meter en la Libertadores si era campeón del Clausura, lo relegó a una competición en la que no participa desde el 2015.

Una que, en definitiva, merece disputar: si el equipo de Marcelo Gallardo sostuvo la ilusión del repechaje de la CL hasta el 7 de diciembre fue únicamente por resultados ajenos. Porque lo cierto es que los propios dejaron mucho que desear: cuartos en el Apertura, cuartos en la Libertadores, semifinal en la Copa Argentina, octavos

See Full Page