El Movistar Arena se iluminó para recibir a una de las bandas más convocantes de los últimos años. Formados en La Plata y con seis discos que consolidaron un sonido que cruza rock, candombe, pop y reggae, Cruzando el Charco llegó a esta fecha en un punto alto de madurez artística. La despedida de Esencia —el álbum que impulsó una gira por 12 países, más de 80 shows y nuevas audiencias— funcionó como cierre de un año bisagra en su trayectoria y como revisión del camino que los llevó a ocupar un lugar central en la escena argentina.

“Tocamos por todos lados y hoy estar acá con ustedes es maravilloso. Muchísimas gracias”, dijo Francisco Lago apenas pisó el escenario, frente a un recinto colmado que lo ovacionó desde el primer acorde.

La puesta fue tan contundente como su año.

See Full Page