Un clásico de verdadera alta tensión tuvo lugar en la Bombonera ayer, donde Boca Juniors no pudo con Racing y se despidió del Torneo Clausura. El clima fue de una final anticipada: ambos sabían que era el paso previo al duelo que se llevará a cabo el próximo sábado en Santiago del Estero contra el ganador del clásico platense que disputarán hoy Gimnasia y Estudiantes. Así lo entendió la gente local, con el extra de saber que enfrente estaba un equipo clásico al que siempre le quiere ganar.

Por eso no fue raro que la silbatina fuera generalizada cuando los futbolistas visitantes saltaron al campo de juego de la Bombonera, con Marcos Rojo y Agustín Almendra a la cabeza. Hubo ciera indiferencia y hasta algunos aplausos aislados, en primera instancia, para el defensor. Para el mediocamp

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