Desde una guarnición militar en Malambo (Atlántico), reapareció esta semana la excongresista Aida Merlano Rebolledo. Lo hizo para conocer el monto de la condena por la fuga que protagonizó en el año 2019 y para ofrecerle, de paso, excusas a todos los que resultaron afectados con su acción, entre ellos, sus dos hijos.
Merlano, quien firmó un preacuerdo en el que aceptó el delito de fuga de presos, aseguró que no se arrepentía por haberse “volado”, puesto que en ese momento era su única alternativa, ya que se enfrentaba a varias presiones y amenazas por su decisión de colaborar con la justicia, entregando información sobre la maquinaria que se puso en marcha para comprar votos en su campaña en 2018 y con la cual buscaba dar el gran salto al Senado.
“La decisión que me llevó a tomar e

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