Salamanca despide a uno de sus grandes hombres.

Silvestre Sánchez Sierra era un personaje en Salamanca en el más amplio, querido y respetado de la palabra.

Por eso, el tanatorio de San Carlos Borromeo ha sido un hervidero de rostros conocidos de la sociedad, la política, la empresa, el deporte, los toros de Salamanca y, por supuesto, salmantinos que estaban orgullosos de tener como compatriota a un hombre que llevó el nombre de Salamanca allá donde fuera.

Fotografía. Pablo de la Peña.

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