El reconocimiento da un nuevo impulso a la causa democrática en un momento de máxima incertidumbre para el país sudamericano

Una mezcla de enorme expectativa, emoción y cierta dosis de incredulidad se ha apoderado de la gélida Oslo en las últimas horas. Isabel busca refugio del frío mientras camina orgullosa por las calles de la capital noruega con la bandera de Venezuela a cuestas. Acaba de llegar desde Estocolmo para ser testigo de lo que considera que será un momento histórico para su país: la entrega del premio Nobel de la Paz a la líder opositora María Corina Machado . “Me siento como si lo hubiera ganado yo”, dice emocionada la mujer de 54 años, que pide que se omita su apellido por temor a represalias contra sus familiares que permanecen en territorio venezolano. “Este premio m

See Full Page