En el ya poblado reparto de la saga de la venta de Warner Bros. Discovery hay un personaje fundamental: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El republicano se ha enmarañado en la lucha entre Netflix y Paramount por el conglomerado que incluye, entre otros medios audiovisuales, el histórico estudio, HBO Max y la cadena CNN.
La implicación del mandatario va más allá del tradicional papel gubernamental en operaciones que deben asegurar el cumplimiento de reglas antimonopolio . En este caso, como suele suceder en todo con Trump, incluye filias y fobias, personales y políticas y, también, intereses ideológicos y económicos.
La trama es conocida. El viernes Netflix, dirigida por Ted Sarandos, anunció un acuerdo de compra por el que, a cambio de 72.000 millones de d

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