Se habían esfumado tres bolas de partido cuando a la cuarta fue la vencida. Ferrero clavó el passing de revés al que Hewitt sólo pudo acompañar con la mirada y derribó la muralla contra la que generaciones de tenistas talentosos llevaban décadas dándose de bruces. Aquel golpe descargó una mochila que llevaba 33 años cargada, desde la segunda final de Copa Davis perdida por España en 1967. La primera fue dos años antes, en 1965, ambas ante Australia , mismo país que claudicó en el 2000 a la presión del Palau Sant Jordi de Barcelona . 10 de diciembre del 2000 una fecha histórica que sopla 25 velas este miércoles.

Un cuarto de siglo del día que el tenis español se hizo mayor. Fue un antes y un después. Se plantó la semilla del árbol que ha florecido tanto hasta convertir

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