La de campanero es una profesión ancestral. Curiosa. Y que no debe perderse. Ese es el punto de partida de los precursores de la Escuela de Campaneros de Fuentodra , un pequeño pueblo de la provincia de Burgos que ha puesto en marcha un proyecto inédito en toda la comunidad de Castilla y León y que tuvo un gran éxito de aforo en su puesta en marcha. El estreno de esta peculiar escuela ha tenido lugar en la Iglesia de San Lorenzo, en el marco del Geoparque Mundial UNESCO de Las Loras y se trata de una iniciativa impulsada de manera conjunta por la Asociación Cultural Manapites y la Asociación de Campaneros de Burgos. La fecha elegida para este hito no ha sido casual, ya que la inauguración ha coincidido con el cuarto aniversario de la declaración del Toque Manual de Campanas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.

La escuela se asienta en Fuenteodra , un municipio ubicado en la comarca burgalesa de Las Loras, una de las zonas más despobladas de España. Esta comarca registra apenas 1,62 habitantes por kilómetro cuadrado , una densidad que es la mitad de la que se observa en Siberia. Sin embargo, sus pocos vecinos, apenas una quincena, han demostrado que, con ingenio y creatividad, es posible atraer visitantes a este rincón tan vacío demográficamente de la península. A pesar del intenso frío registrado en la jornada inaugural de la escuela, más de 60 personas asistieron y disfrutaron del estreno, que suponía la culminación de un esfuerzo de recuperación patrimonial centrado en un templo gótico que ya había organizado anteriormente curiosas pero exitosas campañas de micromecenazgo.

Una de las asistentas a la puesta en marcha de la Escuela de Campaneros de Fuenteodra

Javier Maisterra, presidente de la Asociación Cultural Manapites, ha explicado que el campanario de la iglesia de Fuenteodra fue lo primero que se empezó a consolidar en 2020. Durante esa etapa inicial de consolidación, se procedió al cambio de la cubierta y a la restauración de las cuatro campanas. De estas labores surgió la idea de transformar el espacio en una Escuela de Campaneros , algo que ahora es posible gracias a que la iglesia y la torre están completamente afianzadas. Para hacer posible la propuesta pedagógica, el micromecenazgo volvió a ser una herramienta crucial de financiación. En su última campaña, realizada en colaboración con Hispania Nostra, se consiguieron reunir cerca de 120.000 euros destinados al mantenimiento de La Dama de las Loras. Parte de estos fondos se ha destinado específicamente a la adquisición de dos campanillos que se incorporarán como herramienta pedagógica en la escuela.

Estos campanillos didácticos servirán para que los futuros alumnos puedan aprender ritmo y técnica antes de pasar a practicar con las campanas mayores. Uno de los rasgos distintivos de la iniciativa, según el presidente de Manapites, es su doble vertiente. Por un lado, la escuela tiene un propósito pedagógico que permitirá formar a personas con la capacidad de tocar en las iglesias de la comarca, asegurando así el relevo generacional de este arte. Por otro lado, la escuela ofrecerá una experiencia lúdica y turística singular. Este segundo objetivo es significativo porque el toque manual es un arte tradicional cuyo acceso está normalmente restringido al público. Sin embargo, en Fuenteodra , se ha decidido abrir esta oportunidad para que el público pueda participar y conocer de primera mano esta práctica cultural.

Lista de espera

La formación en la nueva Escuela de Campaneros estará en manos de profesorado de la propia Asociación de Campaneros de Burgos, una de las entidades más importantes de toda nuestra geografía en la preservación y difusión del toque manual. Para consolidar el plan de estudios, se firmó un convenio que permitirá la puesta en marcha de una programación de cursos centrados en el lenguaje y las técnicas tradicionales de campaneo. El entusiasmo generado por la iniciativa ha sido palpable, y es que la escuela ya ha generado una lista de espera de personas apuntadas que tienen ganas de aprender uno de esos oficios aparentemente identificables pero no tan fáciles de dominar, según aseguran los organizadores de tan original escuela.

Además, la Escuela de Campaneros forma parte del proyecto La Dama de Las Loras: del abandono a referente cultural , el cual busca impulsar la continua restauración de la mencionada iglesia de San Lorenzo y promover su activación como un espacio de dinamización en el medio rural, con subvención de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León . Y es que la iglesia parroquial de San Lorenzo Mártir constituye un destacado exponente de la arquitectura tardogótica en el norte de la provincia de Burgos , por sus dimensiones considerables, las soluciones de abovedamiento empleadas y la conservación de revocos interiores de distintos periodos históricos, así como varios retablos de gran belleza y notable factura.

Sin salir de la provincia de Burgos , el caso de valentía a la hora de recordar el pasado y preservar el patrimonio cultural por parte de los campaneros recuerda a la iniciativa llevada a cabo en Masa , otra localidad de escasa población, en este caso 25 habitantes. Allí, a apenas 40 kilómetros de Fuenteodra, el retablo de la Virgen del Rosario de la iglesia de Masa es tan valorado como el repique de campanas, de ahí que sus vecinos emprendiesen una operación para salvar el mencionado retablo , que se encuentra en la única iglesia del pueblo. Para los atrevidos vecinos se trata de una de sus piezas patrimoniales más emblemáticas, de ahí la campaña de mecenazgo para tratar de reunir la cantidad suficiente de dinero con la que sufragar la recuperación de la que consideran que es una joya barroca.