Por Patricio Rojas Carrasco, Académico en Ingeniería Civil en Computación e Informática Universidad Central

Chile envejece rápidamente y, en paralelo, enfrenta una revolución tecnológica sin precedentes. Esta coincidencia plantea una pregunta incómoda: ¿la Inteligencia Artificial (IA) será una herramienta para dignificar la vejez o un nuevo factor de desigualdad? De nuestra respuesta depende qué tipo de sociedad seremos.

La IA promete apoyo en salud, monitoreo temprano de enfermedades y sistemas capaces de detectar caídas, desorientación o deterioro cognitivo. Estas tecnologías pueden extender la autonomía y reducir la carga emocional y económica del cuidado. Pero su potencial no basta: si el acceso queda limitado a quienes pueden pagarlo o comprenderlo, la brecha digital se converti

See Full Page