L a Guardia Civil ha detenido este miércoles a Leire Díez , exmilitante socialista, por su presunta implicación en irregularidades dentro de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales ( SEPI ). Según fuentes judiciales, está siendo investigada por delitos de tráfico de influencias y cohecho , en una causa vinculada con gestiones opacas que afectarían al corazón del poder institucional.

Un engranaje de presiones, favores y cloacas institucionales

La Unidad Central Operativa (UCO) , especializada en corrupción y delitos económicos, centra su investigación en una red paralela ligada al PSOE que habría intentado influir en causas judiciales que afectan al presidente Sánchez, su esposa Begoña Gómez , y altos cargos como Ábalos o Santos Cerdán . Entre los implicados figuran empresarios, exdirectivos públicos y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

La 'fontanera' de Ferraz: audios, reuniones y sobornos encubiertos

Conocida como «la fontanera del PSOE», Leire Díez fue clave en las maniobras para desactivar investigaciones de la UCO. Según grabaciones filtradas, mantuvo reuniones con empresarios como Alejandro Hamlyn y Javier Pérez Dolset , quienes exigían compromisos del partido a cambio de colaboración judicial. En una de las conversaciones, Dolset señala directamente a «Pedro Sánchez y Cerdán» como responsables de la operación encubierta.

Implicación de mandos policiales y estructuras universitarias

La investigación revela vínculos entre Díez y agentes investigados como Rubén Villalba , a quien habría ofrecido protección judicial a cambio de colaboración. Además, utilizó la Fundación Internacional de Derechos Humanos , una estructura sin acreditación oficial, para impartir clases en la Universidad Complutense con un perfil similar al de Begoña Gómez . La entidad simulaba reconocimiento internacional e incluso premiaba a políticos aliados.

Una operación con rostro político: ¿actuación individual o mandato de partido?

El PSOE se ha desvinculado de Díez alegando que no ostenta cargo orgánico. Sin embargo, su relación con Cerdán , su papel en empresas públicas como Correos y ENUSA, y su acceso a redes de influencia institucional apuntan a una acción coordinada desde el entorno socialista. Las pruebas acumuladas —audios, correos, reuniones y testimonios— dibujan un posible uso partidista de instituciones del Estado.