Aunque la Constitución reconoce al agua como bien nacional y derecho humano, es un hecho que México se encuentra bajo tensión hídrica. Durante décadas se permitió que unos cuantos dominaran su explotación, comercialización e incluso su distribución como si se tratara de un patrimonio privado. Por ello, la discusión sobre una nueva Ley General de Aguas y la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, ante la urgencia de corregir un sistema que dejó que la excepción se volviera regla y la discrecionalidad, norma.
La necesidad de una nueva ley responde a la realidad que vive el país, con un marco permisivo ante abusos, acumulación de concesiones, sobreexplotación de acuíferos y prácticas de mercado disfrazadas de derechos adquir

Diario de Morelos

La Crónica de Hoy
Antena San Luis
Vanguardia
EJE CENTRAL
CURSOR EN LA NOTICIA
Noticaribe
Síntesis Tlaxcala
La Jornada Zacatecas
Vanguardia MX
El Grafico
Los Angeles Times EEUU
La Orquesta
Infobae México
The Motley Fool