La carrera tecnológica de China suma un nuevo capítulo: científicos del país han logrado un sistema para extraer boro del agua de mar mediante energía solar y materiales en gel , un elemento clave para impulsar motores hipersónicos . El hallazgo no solo promete abaratar la producción de misiles, sino también abrir la puerta a aplicaciones en sectores civiles y energéticos.
Según reporta el South China Morning Post , el anuncio de este avance coincide con la entrada en escena de empresas privadas que ya han probado misiles Mach 7 a un coste hasta un 90% menor que los modelos tradicionales, lo que sugiere que Pekín busca escalar la producción de armas avanzadas con su característico enfoque industrial y accesible.
Un avance importante para China: el boro del agua al espacio aéreo
El boro es un elemento ligero que libera gran cantidad de energía al reaccionar con aire y agua, lo que lo convierte en un combustible ideal para motores hipersónicos. Sin embargo, su extracción convencional es costosa y limitada a países como Turquía y Estados Unidos.
Pues bien, de acuerdo con información del SCMP , el nuevo sistema de origen chino utiliza un gel compuesto que, con ayuda del sol, evapora agua y captura el boro antes de que se disperse, logrando un proceso eficiente y sostenible.
El material, llamado MMS, combina una base natural de alginato de sodio con dos compuestos de alta tecnología: MXene , que absorbe la luz solar y la convierte en calor de manera muy eficiente, y óxido de magnesio , que actúa como un "imán" para atrapar las partículas de boro. Al colocarse en láminas delgadas sobre la superficie del agua, la parte superior del gel aprovecha la radiación solar para evaporar el líquido, mientras que la parte inferior absorbe continuamente tanto agua como boro. De esta forma, el sistema logra un doble beneficio: purificación y captura selectiva del elemento .
En pruebas de laboratorio, el MMS demostró una capacidad notable: producir más de dos kilos de agua dulce por metro cuadrado cada hora y acumular más de 200 miligramos de boro en el mismo proceso . La clave está en su estructura porosa y en la interacción entre temperatura, concentración y flujo interno, que aceleran la adsorción del boro.

Para los misiles hipersónicos, este combustible es vital porque su reacción química genera el calor necesario para mantener velocidades extremas y maniobras complejas. Sin embargo, en el ámbito civil, el mismo elemento puede ser peligroso para la salud si se consume en altas concentraciones , lo que convierte a este sistema solar en una solución sostenible tanto para la defensa como para la producción segura de agua potable .
Es así que la combinación de boro extraído del mar y materiales civiles ha permitido a empresas privadas chinas producir misiles Mach 7 a una fracción del coste de sistemas estadounidenses como el SM-6 o el THAAD . Además, se han diseñado versiones híbridas capaces de volar como misiles y nadar como torpedos , ampliando su rango de uso en escenarios marítimos bélicos.

Aplicaciones más allá de lo militar... un sistema que promete
El sistema de filtración no solo captura boro, también elimina residuos del agua, lo que podría beneficiar a sectores como la desalinización y la producción de agua potable . En paralelo, China explora aplicaciones civiles: aviones hipersónicos capaces de alcanzar Mach 5 para transporte de pasajeros y cargas ultrarrápidas con un menor consumo energético .
Aunque el avance tecnológico también promete aplicaciones civiles, el terreno militar no deja de ser un enfoque principal: ya se discuten proyectos para el desarrollo de misiles hipersónicos equipados con inteligencia artificial , capaces de tomar decisiones en tiempo real sin intervención humana.
Estos sistemas buscan no solo guiarse de manera autónoma , sino también anticipar y esquivar defensas enemigas , adaptando su trayectoria en pleno vuelo. Además, se plantea la posibilidad de que trabajen en conjunto bajo un esquema de ataques en enjambre , coordinándose entre sí para saturar sistemas de defensa y aumentar su efectividad en escenarios de combate.
El avance coloca a China en una posición estratégica: mientras Estados Unidos acaba de autorizar la venta de chips Nvidia H200 al país, Pekín demuestra otras ambiciones: producir armas hipersónicas de bajo coste y respaldadas por IA . Esto no solo acelera su autosuficiencia tecnológica, sino que redefine el equilibrio global en defensa y transporte , con implicaciones directas para la seguridad internacional y la competencia industrial en 2026.

Xataka México
Aristegui Noticias
Milenio
Expansion
Excélsior Estados Unidos
Nmas
Infobae México
La Jornada Mundo
Animal Político Politica
The Fashion Spot