Esta es la historia de Luana, una chica que comenzó a trabajar a los 15 años para ayudar a sus padres con sus gastos escolares, que se convertían en una auténtica odisea cada año cuando tenía que adquirir los nuevos materiales, pagar matrícula y hacerse con los libros requeridos. Sus ganas de seguir estudiando hicieron que se buscara un empleo como camarera en un restaurante en la costa de Brindisi (Italia), algo que creía que iba a ser temporal pero que terminó siendo una rutina que se alargaría cinco años... con condiciones nada favorables para ella.
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