El Partido Aragonés (PAR) afronta el adelanto electoral como quien ve venir una riada con el agua ya en los tobillos. Si finalmente Aragón acude a las urnas en febrero, el partido que durante décadas fue llave de gobiernos y bisagra de mayorías llega a la cita en su momento más frágil: las encuestas lo dejan fuera de las Cortes , sin representación, con cero diputados . Y esa perspectiva —desaparición parlamentaria incluida— ha encendido todas las alarmas internas.

La paradoja es que el aviso llega justo cuando el PAR intentaba cerrar una etapa de desgaste. A finales de octubre, Alberto Izquierdo fue ratificado como nuevo presidente con más del 95% de respaldo en un congreso celebrado en Zaragoza, presentado como el punto de partida de una “refundación” tras años de crisis

See Full Page