Un alma caritativa decidió ayudar a la joven de la gráfica y lo va consiguiendo. Ha hecho de ese sentimiento una misión y los primeros resultados están a la vista.
La muchacha no es deltana, proviene de Ciudad Bolívar y se llama .
Su Ángel redentor averiguó la historia tras su desgracia y esto fue lo que nos contó:
“.”
Han sido tantos los intentos y tanta la indiferencia por parte de las autoridades trinitarias y venezolanas, que el Ángel de Rosimar, ante la sugerencia de publicar el anterior mensaje, nos expresó:
“ ”.
Aun así, a sabiendas de que los hechos le dan la razón, pensamos y creemos que esta misiva tendrá destino y nuestra burocracia, en virtud de la amistad geopolítica que la une con la burocracia de la nación caribeña, responderá y hará cuanto esté a su alcance para ayuda