José Guerrero hizo de las suyas antes de irse de Venezuela. Un robo agravado, con violencia excesiva fue su última fechoría.

La acción delictiva implicó que lo buscaran activamente, con la esperanza de atraparlo algún día.

Mientras, fiel a su vida retorcida, analizaba, ¿qué golpe asestar en Trinidad?, nación a la que había huido.

La madrugada del 8 de septiembre, empleando una correa asfixió al adulto mayor Richard Le Gere, propietario de la vivienda en que era inquilino.

Se presume que tuvo por móvil el robo, procurando hacerse con el dinero de los alquileres y prendas de cierto valor de la víctima.

Ese misma noche empacó y, por los caminos verdes, retornó a Tucupita, pensando que las autoridades dejaron de seguirle la pista.

Craso error, menos de 24 horas después, el equipo SWAT de

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