Alcanzado el ecuador de la legislatura, el proyecto político que impulsó Yolanda Díaz en el 2023 –y que prometía regenerar la izquierda a la izquierda del PSOE– llega desgastado, pero todavía en pie. Y tras una primera mitad de mandato marcada por tensiones internas, fugas de diputados y ausencia total de interlocución con Podemos, Sumar encara la segunda con la necesidad de demostrar que su paso por el Gobierno dejará una huella capaz de legitimar su alianza con Sánchez.
El arranque, hace dos años, tanto del espacio político como del grupo parlamentario fue tan ambicioso como accidentado. La candidatura conjunta cristalizó tras un largo “proceso de escucha” de un año que, sin embargo, desembocó en un cierre abrupto y lleno de urgencias.
En apenas 72 horas se sellaron con éxito las conf