Pedro Sánchez dio ayer un salto cualitativo en la posición española frente a la ofensiva militar en Gaza al anunciar un paquete de nueve medidas contra Israel al que vinculó con un “genocidio” y un “exterminio”. El anuncio, realizado a primera hora de la mañana a través de una declaración institucional en la Moncloa, dio lugar a una durísima respuesta del Gobierno hebreo, que acusó al jefe del Ejecutivo de intentar distraer la atención de los escándalos de corrupción que le afectan con “continuos ataques antiisraelíes y antisemitas” y vetó la entrada en el país de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego. En consecuencia, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, llamó a consultas a la embajadora de

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