A inicios de agosto, el juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes le dictó arresto domiciliario a Jair Bolsonaro por presunto intento de golpe de Estado contra el actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, entre 2022 y 2023.
Por ello, se le había colocado una tobillera con la que se le limitaba la movilidad al expresidente para evitar que saliera del país, además, se le prohibió recibir visitas, a excepción de sus abogados o personas autorizadas por el Tribunal Supremo y el uso de un teléfono móvil.
A pesar de todas estas restricciones, la tarde del 27 de agosto, el juez del Tribunal Supremo ordenó que fuera puesto bajo vigilancia las 24 horas y que la vigilancia sea constante y sin “huecos legales”.
Esta medida se tomó ya que las autoridades temen que en cualquier mom