Repsol quiere ser amiga de Donald Trump o, al menos, ascender a su petrolera de confianza en Europa. En la primera mitad del año, la compañía ha redoblado su compromiso con Estados Unidos al disparar más de un 50% el valor de sus compras de gas made in USA frente al mismo periodo de 2024. El movimiento tiene una doble lectura. A nivel geoestratégico, porque el reciente pacto arancelario va a obligar a la Unión Europea a gastarse 650.000 millones en tres años en petróleo y gas estadounidense. Y a nivel corporativo, porque el líder republicano tiene la llave para desbloquear el negocio de Repsol en Venezuela.

Por: El Mundo

En detalle, según datos internos a los que ha tenido acceso EL MUNDO, la empresa adquirió entre enero y junio 64,5 Tbtu (siglas de Terabritish Thermal Unit, una unidad d

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