Usar vapeadores está prohibido en Singapur desde 2018 y, según las leyes actuales, poseer, usar y/o comprar vaporizadores conlleva una multa máxima de dos mil dólares singapurenses (más de mil 550 dólares estadounidenses).

Por esa razón, el primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, comentó que reformarán las medidas contra los vapeadores tomando la iniciativa de dar un castigo duro para los proveedores de vapeadores.

El ministro comentó que a partir del primero de septiembre, se castigará con hasta 20 años de prisión y un máximo de 15 azotes de vara a los proveedores de capeadores que contengan etomidato, una sustancia con efecto anestésico.

“ Muchas personas, especialmente jóvenes, empezaron a vapear pensando que estaba bien y que no era tan dañino como el tabaco, y luego (…) se ade

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