Por Alberto Rial
El chavismo anda nervioso. Muy nervioso. Llaman a los millones de milicianos que supuestamente existen en alguna parte del territorio, aunque no voten por el gobierno. El ejército popular que solo se ve en videos oficiales desfilando y ensayando saludos patrióticos y arengas exaltadas, ahora sale alistándose para defender la revolución junto con gente que acude a los centros de firma sin intención de unirse al combate, pero sí de echar un discursito defendiendo la soberanía. Se anuncian operativos relámpago para combatir el tráfico de drogas y se trasladan batallones hacia los estados fronterizos de Zulia y Táchira, en una suerte de alianza binacional con Colombia dirigida a neutralizar las operaciones del narcotráfico en los límites de ambos países. Se desata una tremend