El invierno todavía se resiste con mañanas frías y noches largas, pero los últimos días de agosto y los primeros del mes de septiembre ya dejan ver los primeros indicios de cambio de estación. Es el mes en el que el suelo comienza a despertar, los días se alargan y la jardinería recupera protagonismo. Para quienes esperan un estallido de colores en primavera, esta es la etapa ideal para sembrar flores que aprovechen la transición entre estaciones.
En el calendario de los jardineros, este momento del año funciona como un puente: lo que se siembra ahora florece con más fuerza y anticipación. Ellos coinciden en que tres especies son las más recomendadas para sembrar en este momento: el crisantemo, la reina margarita y la siempreviva.
Todas ellas ofrecen resistencia, belleza y la capacida