Desde hace décadas, la idea de vivir en el espacio dejó de ser un argumento exclusivo de películas futuristas. El avance del cambio climático y la búsqueda de “planes de respaldo” para la humanidad hicieron que muchos científicos se tomen en serio el proyecto de asentamientos fuera de la Tierra. Pero hay un detalle que no es menor : ¿qué pasa con la reproducción en microgravedad?
El espacio no es precisamente un spa: radiación cósmica, atrofia muscular, pérdida de densidad ósea y alteraciones genéticas son algunos de los problemas que ya se registraron en astronautas. A eso se suma una gran incógnita: ¿podrían las células germinales (las precursoras de óvulos y espermatozoides) sobrevivir al viaje y seguir funcionando? Si no lo hacen, ningún asentamiento espacial pasaría de ser una colo