Jaime Rosemberg

“Si no se hubiesen peleado Gustavo y Colombi era un trámite”, se lamentaba un dirigente radical, cercano a Gustavo Valdés, cuando la tarde del domingo se esfumaba. A pesar de su pelea sin tregua con su antecesor, Ricardo Colombi, que le restó a su victoria al menos veinte puntos posibles, Valdés logró de todos modos cumplir su objetivo: el amplio triunfo de su hermano, Juan Pablo Valdés, y su elección como sucesor y nuevo gobernador de Corrientes, lo posiciona de mejor manera en el escenario nacional, dentro del flamante esquema de los gobernadores de Provincias Unidas.

El triunfo de Valdés representa la derrota-una más-en la estrategia de “violeta o nada” que, por orden de Karina Milei, puso en marcha el hoy cuestionado Eduardo “Lule” Menem para sus negociaciones con los

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