Este verano, los datos del turismo reflejan una realidad insólita: Catalunya ha tenido menos visitantes. Junto a Madrid, es la única comunidad autónoma que ha recibido a menos personas que el año pasado, según datos del INE con respecto al mes de julio. Esto no pasaba desde la pandemia. En concreto, Catalunya ha tenido 2,35 millones de turistas, un 1,2% menos.

Ahora bien, esto no significa que el sector vaya a la baja. De hecho, las cifras acumuladas de todo 2025 muestran que han venido 11,6 millones de personas, un 1,1% más que en 2024. Es decir que, en realidad, el turismo en Catalunya se está desestacionalizando. Si se miran las cifras, el mes con más crecimiento fue en enero, con un 12% más. Ha sido con la llegada del buen tiempo que las cifras han empezado a ir a la baja.

Esto concuerda con las estrategias de la Generalitat, que está estudiando maneras para redistribuir el turismo durante todo el año y así no generar grandes bolsas de visitantes veraniegas que puedan llegar a colapsar los destinos.

Pero esta tendencia ha dejado de lado a Barcelona. La capital catalana no solo no ha perdido turistas, sino que los ha ganado. A falta de los datos de agosto, la ciudad apunta a un verano de récord con 906.500 visitantes en julio, un 5,6% más que el año pasado. Se mantiene así como la más visitada de España por turistas extranjeros y la segunda más popular para el turismo nacional, tal como muestra otra encuesta del INE.

Aun así, en Barcelona también se empiezan a constatar cambios. A pesar de haber recibido más turistas que nunca, las cifras de pernoctas en hoteles han descendido un 1,3%. Se trata de una evolución que se viene registrando, aproximadamente, desde la Semana Santa del pasado año.

Esto se explica teniendo en cuenta diversos factores. El primero de ellos es que muchos de los visitantes rehúsan alojarse en Barcelona y prefieren dirigirse a ciudades colindantes como L’Hospitalet, que tiene mucha oferta hotelera -debido a la proliferación de recintos feriales- y un precio más bajo que los de la capital catalana.

Otro de los motivos es que el turista que viene a Barcelona es, en gran medida, repetidor. De hecho, prácticamente la mitad ya ha estado antes a la ciudad. Y en estas segundas -o terceras, cuartas...- experiencias, los visitantes tienden a hacer estancias más cortas en la capital para acabar de complementar sus vacaciones en otros puntos de Catalunya. Es lo que hacen 2 de cada 3 de ellos, según datos de Observatorio del Turismo de Barcelona.

Esto último explica también que Barcelona haya perdido gasto en pernoctaciones. Pero la capital no sólo está recaudando menos del turismo en los hoteles. Este año, y a pesar de la pugna del Ayuntamiento de Barcelona para atraer “turismo de lujo” , el gasto medio por persona y día fue de 99 euros. Mientras que en Catalunya el gasto fue de 229 euros diarios.

Los hoteles recuperan terreno

Al contrario de lo que sucede en Barcelona, donde han venido más visitantes que han gastado menos, en Catalunya han llegado menos pero han gastado más. Concretamente, un 4,3% más que el julio pasado. Eso se debe, en parte, debido a los precios de los hoteles, que este verano han llegado a sus cifras más altas de la historia. Y es por eso, también, que el turista nacional ha caído a mínimos respecto a los extranjeros.

Una habitación puede costar de media en Catalunya 140 euros la noche, un 0,9% más que el año anterior. Y eso a pesar de que en vista de la reducción de visitantes que se estaba proyectando en el horizonte, el sector hotelero decidió rebajar precios la pasada Semana Santa por primera vez desde el boom turístico que se comenzó en la pandemia.

Con todo, los hoteles están ganando terreno a otras opciones de alojamiento y eso explica por qué, a pesar de la disminución de visitantes, este julio ha sido de récord para la ocupación hotelera catalana.

Las cifras muestran que los visitantes prefieren una habitación de hotel antes que un camping o, incluso, un piso turístico u hostal. De hecho, mientras las pernoctas en hoteles han crecido un 2,3% en un año, los pisos turísticos han caído un 35%.