El resultado de la elección en Corrientes del último domingo dejó un dato maldito para el gobierno de Javier Milei: la estrategia pergeñada por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y ejecutada a través de su mano derecha Eduardo “Lule” Menem, fue mala.

No funcionó como se esperaba y asoma como un antecedente perdidoso en la antesala del comicio en la provincia de Buenos Aires, a realizarse el próximo domingo.

Los libertarios podrían haber concurrido aliados con el gobernador radical Gustavo Valdés, el claro triunfador del domingo electoral correntino, que se sumaría a Provincias Unidas. Pero las condiciones que pretendían ponerle al acuerdo, entre ellas que el postulante del oficialismo provincial no fuera el hermano del mandatario actual -hoy electo- hicieron que estal

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