Los ciberdelincuentes poseen una sorprendente habilidad para moverse con rapidez y discreción, dejando tras de sí a millones de víctimas que no solo han perdido dinero, sino también datos personales. Se trata de una situación que no puede tomarse a la ligera, ya que requiere atención constante para reducir el número de afectados y aprender a reaccionar en caso de estar en riesgo de ser engañados.
Existen diversas señales de alerta que permiten identificar una posible estafa. Generalmente, los delincuentes intentan acercarse a través de mensajes, correos electrónicos o llamadas telefónicas, canales donde ponen en práctica sus conocimientos para persuadir sin quedar en evidencia.
De acuerdo con expertos de Kaspersky, uno de los aspectos que puede delatarlos desde los primeros segund