El sector de las bebidas espirituosas en España se consolida como un “pilar estratégico de la economía nacional”, con un impacto directo en la dinamización del medio rural, la preservación de tradiciones culturales y el posicionamiento internacional del país, según el último informe del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.

La industria cuenta con más de 3.800 centros de producción, en su mayoría pymes familiares asentadas en zonas rurales, que contribuyen a fijar población, generar empleo y mantener oficios tradicionales. En total, el sector aporta 7.200 millones de euros al PIB (0,7% del total nacional) y genera más de 390.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos, con un fuerte vínculo con la hostelería y el turismo.

“Su capacidad para generar riqueza

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