es un cani con dinero , con mucho dinero: que me perdonen sus fans, pero lo hortera no se lo quita la pasta; al revés, lo potencia. Millonario desde que fichara por el Real Madrid con 19 años, dos décadas después, frisando la cuarentena, sigue siendo un muchacho al que la madurez nunca alcanzó. Sólo hay que ver cómo viste, cómo habla, cómo se mueve y, sobre todo, cómo piensa para darnos cuenta que estamos ante un adulto disfuncional: narcisista, caprichoso y macarra. Un tipo que, por jugar bien, muy bien al fútbol se piensa que puede ser bueno, muy bueno, el mejor en otros ámbitos. Por ejemplo: en la música. Como si la lotería del talento tocase dos veces, o como si con el premio de una se pudiera adquirir el de la otra. Pensamiento mágico.
Sergio Ramos se compró una cara –su caracte