En el Diccionario de la Lengua española se atribuye origen francés a la palabra , “passeport”, cruzar la puerta haciendo eco de sus orígenes medievales, cuando las ciudades estaban amuralladas y era necesario tener un permiso que permitiese a los viajeros entrar en la villa, hospedarse, o atravesarla. Una de sus acepciones más frecuentes alude a sus orígenes “licencia o despacho por escrito que se da para poder pasar libre y seguramente de un pueblo o país a otro” apareciendo por primera vez en el diccionario de 1791 aunque el concepto sea previo. Desde la Antigüedad existen los salvoconductos, un documento expedido por la autoridad competente que protege al viajero bajo su potestad , aunque no se hayan conservado hasta nuestros días sabemos, gracias a historiadores como Tito Livio, que
El pasaporte o un mundo sin fronteras

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