Luis García Quiroga

Por su poder, el alcalde de una ciudad es la autoridad más cercana a los ciudadanos y sus necesidades y expectativas. No obstante, a veces olvidan que su objetivo misional es darle bienestar al pueblo.

La reciente historia de Pereira enseña que hemos tenido varios alcaldes mediocres, algunos muy buenos y otros muy malos. Incluso los mejores alcaldes van quedando solo con el dolor de no ver guardián en la heredad.

Hacer un ranking es inane porque a pesar de aquellos que no supieron merecer el honor, Pereira perdura y sigue soñando el propósito de ser una ciudad diferente.

Igual sucede con los presidentes de la República, que, muy poco casi nada han hecho por Pereira. Uno ofreció la bicoca de $17 mil millones por el Aeropuerto Matecaña. Otro más reciente, en una emerg

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