La célebre señal «Wow!», uno de los grandes enigmas de la astronomía moderna, vuelve al primer plano de la actualidad casi medio siglo después de su detección. Aquella potente y fugaz ráfaga de radio, captada el 15 de agosto de 1977 por el radiotelescopio Big Ear durante apenas 72 segundos, se consolidó en el imaginario colectivo como la candidata más firme a ser una comunicación extraterrestre. Se trata de un misterio que ha fascinado a científicos y aficionados durante décadas.
Ahora, un nuevo estudio ha vuelto a poner el foco sobre este evento, reexaminando todos los datos disponibles, incluido material que hasta ahora no se había publicado. El objetivo era doble: por un lado, descartar de una vez por todas las explicaciones más sencillas y, por otro, buscar pistas que pudieran desve