China es el líder indiscutible de la energía solar mundial. Sus fábricas producen casi el 90% de las células solares del planeta y han dejado fuera de juego a competidores europeos y estadounidenses. Pero ese dominio aplastante ha derivado en un problema monumental: precios por los suelos, pérdidas millonarias y un exceso de paneles que el mundo no necesita. Ahora Pekín prepara un plan de choque para “resetear” su industria solar.

La burbuja solar estalló. Entre 2020 y 2023, Pekín redirigió recursos desde el sector inmobiliario a lo que bautizó como “las tres nuevas industrias de crecimiento”: paneles solares, coches eléctricos y baterías. El resultado derivó en un aluvión de fábricas y una producción sin precedentes. En un reportaje para Financial Times , el gigante asiático ha regi

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