Entre casas desperdigadas, aisladas, encapsuladas por la naturaleza, zigzagueaba una ruta más vecinal que secundaria en una paraje verde y asfalto viejo, parcheado, avejentado en la Collada de Brenes , un puerto de vía estrecha, un camino de pastores y de laderas para el pasto.
La fuga, que fue numerosísima hasta que la fatiga la fue laminando, se adentró con el método de los exploradores. Un ensayo general del Angliru que esperaba con la ferocidad de sus rampas imposibles al día siguiente a los mejores.
No estará Juan Ayuso , el maillot abierto, descamisado, la cadena balanceándose sobe el cuello, que alzó el orgullo en el soliloquio de su Vuelta. Yo, minoría absoluta.
El alicantino, que transpira con la polémica, desautorizado por su equipo, en el que está pero al que no pertene