De aprobarse, cada decreto de necesidad y urgencia debería ser tratado en el Congreso en un plazo máximo de 90 días. Asimismo, quedaría sin efecto de ser rechazado por una sola de las cámaras.
El Senado le dio esta tarde media sanción al proyecto que modifica el régimen legal de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), de delegación legislativa y de promulgación parcial de leyes, con una amplia mayoría 56 votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones.
La iniciativa opositora, que fue respaldada en el recinto por la totalidad del kirchnerismo, parte de la UCR, el PRO y bloques provinciales, busca poner un freno al gobierno de Javier Milei y morigerar la utilización de la herramienta que le sirve al Poder Ejecutivo para saltear al Congreso.
A los cinco votos libertarios que acom